martes, julio 05, 2005
Canciones con historias
Madrid, marzo de este año, nueve de la noche. Acabamos de llegar a "la cubierta". La plaza esta repleta. Hay gente por todas partes bebiendo, fumando, cantando las canciones que en poco mas de una hora escucharemos dentro del pecho haciendonos gritar. Nos acercamos a la taquilla. Nuestras entradas no están, un fallo informatico, la reserva no se confirmó. ¿Hemos viajado cientos de kilometros y no podemos ver el concierto?. No pasa nada, en menos de veinte minutos tenemos cinco entradas para verlo. No fué tan dificil, no se han vendido todas. Emocionados entramos abrazados por la gran puerta de la plaza, despues de pasar varios controles de seguridad. Los tres abrazados en cuerpo y alma respiramos música. Lo hemos conseguido. Aqui estamos al fin, lejos de casa, despues de una noche de autobus sin dormir y un dia de museos. Hemos pasado de estar rodeados de los cuadros mas deliciosos, Velazquez, Goya, Monet, Van Gohg, Gaugin, impresionistas, expresionistas alemanes, retratistas, Durero... despues de todo eso, y despues de pasar la tarde en el Retiro, aqui estamos, con nuestras camisetas negras respirando un delicioso humo de emociones.. Al fin los primeros acordes.. ¡Marea!
Pasadas un par de horas, el pecho duele al cantar, me falta el aire, la piel me huele a sudor, humo y cerveza. Siento un agradable cosquilleo en todo el cuerpo, y tengo la piel erizada de canciones con historia. Suena Nuestra cancion, las primeras notas, me giro y en medio de la multitud encuentro su mirada, y me abrazo a su cuerpo. Olvido por un momento a la gente, Madrid, el cansancio y el concierto, y de espaldas al escenario, y frente a sus ojos y su boca, cantamos en una sola voz.
Pasadas un par de horas, el pecho duele al cantar, me falta el aire, la piel me huele a sudor, humo y cerveza. Siento un agradable cosquilleo en todo el cuerpo, y tengo la piel erizada de canciones con historia. Suena Nuestra cancion, las primeras notas, me giro y en medio de la multitud encuentro su mirada, y me abrazo a su cuerpo. Olvido por un momento a la gente, Madrid, el cansancio y el concierto, y de espaldas al escenario, y frente a sus ojos y su boca, cantamos en una sola voz.
"esos somos tu y yo el cielo y el suelo,
putadas y amor pereza y desvelo
lija y terciopelo..."
putadas y amor pereza y desvelo
lija y terciopelo..."
